La inolvidable Laura (Otto Preminger, 1944) fue uno de los rostros más bellos del cine clásico de los años 40 y 50. Hoy su belleza sigue siendo ejemplo de una elegancia muy fresca.
Con blusa de rayas y pamela |
Fue una de las damas imprescindibles de la pantalla. Si queréis regalaros una estupenda tarde de cine no dudéis en revisitar alguno de sus títulos más destacados: Que el cielo la juzgue, El filo de la navaja, El fantasma y la sra. Muir... y por supuesto la ya citada Laura. No os vais a arrepentir.
Con top de encaje |
Su recuerdo está unido en alguno de sus títulos (tanto drama como comedia) a uno de los galanes de la época: Tyrone Power.
Tras una serie de problemas personales y sentimentales tuvo que ingresar en un centro hospitalario por diversos trastornos psíquicos pero pudo alcanzar de nuevo la estabilidad y continuar actuando.
¿Modernidad clásica? |
Una de sus señas de identidad: unos marcados labios rojos y largas pestañas que enmarcaban cada uno de sus estilismos.
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